El concepto de “andamiaje”, hace referencia a una forma de descubrimiento guiado mediante el cual, el docente o facilitador va llevando de manera espontánea y natural, el proceso de construcción del conocimiento.
Para Bruner, el conocimiento es susceptible de ser depurado, perfeccionado, y por ello es que pretende potenciar aprendizajes activos, fomenta el compañerismo y el trabajo en equipo.
Bruner formula el concepto de ANDAMIAJE en 1976 a partir del concepto de ZDP. El supuesto fundamental del andamiaje es que las intervenciones tutoriales del adulto deben mantener una relación inversa con el nivel de competencia en la tarea del niño. (Menos nivel más ayuda, más nivel menos ayuda).
Lo que el profesor ofrece es sólo ayuda, porque el verdadero artífice del proceso de aprendizaje es el alumno. Pero no olvidemos que es una ayuda sin la cual es muy difícil que se produzca la aproximación entre los significados que construye el alumno y los significados que representan los contenidos escolares.
En la metáfora del andamio se evidencia:
El carácter necesario de las ayudas.
El carácter transitorio de las ayudas.
El profesor eficaz debe tener una buena formación referida al conocimiento del alumno y a la metodología educativa y ser crítico y reflexivo porque será el contexto, el grupo con el que trabaja, el que le indicará qué tipo de ayuda en concreto debe prestar.
Andamiaje: estructura exterior desde la que se organiza y se configura una construcción intelectual, política, analítica, etc.
El eje fundamental de esta teoría es la construcción del conocimiento mediante la inmersión del estudiante en situaciones de aprendizaje problemáticas, concebidas para retar la capacidad del aprendiz en la resolución de problemas diseñados de tal forma, que el estudiante aprenda descubriendo.
En la teoría del aprendizaje por descubrimiento desarrollada por Bruner, el método del descubrimiento guiado implica dar al aprendiz las oportunidades para involucrarse de manera activa y construir su propio aprendizaje a través de la acción directa; y su finalidad es impulsar un desarrollo de las habilidades que posibilitan el aprender a aprender y con el cual se busca que los estudiantes construyan por sí mismos el aprendizaje.
El aprendizaje ocurre por la reorganización de las estructuras cognitivas como consecuencia de procesos adaptativos al medio, a partir de la asimilación de experiencias y acomodación de las mismas de acuerdo con el equipaje previo de las estructuras cognitivas de los aprendices.
Para Bruner, el aprendizaje viene a ser un procesamiento activo de la información que cada persona organiza y construye desde su propio punto de vista. El aprendiz interactúa con la realidad organizando los inputs según sus propias categorías, posiblemente creando nuevas, o modificando las preexistentes.
Lo más importante en el método de descubrimiento guiado, es hacer que los alumnos se percaten de la estructura del contenido que se va a aprender y de las relaciones entre sus elementos, facilitando con ello la retención del conocimiento, ya que si entiende la estructura del conocimiento, ese entendimiento le permitiría entonces seguir adelante por cuenta propia.
La revolución cognitiva en la psicología (que comenzó a principios de los 60’) fue lo que inspiró la aproximación inicial de Bruner al proceso de educación: hubo un gran interés porque los alumnos construyeran sus propios conocimientos mediante el descubrimiento de los contenidos.
El planteamiento de Bruner estaba dirigido a los estudiantes de primaria y secundaria, para quienes el docente debía conducirse como un guía, más que como un expositor de contenidos.
Sus estudios en el campo de la Psicología Evolutiva y la Psicología Social estuvieron enfocados en generar cambios en la enseñanza, que permitieran superar los modelos reduccionistas, mecanicistas del aprendizaje memorístico centrado en la figura del docente, y que impedían el desarrollo de las potencialidades intelectuales de los estudiantes. Estos modelos estaban fuertemente ligados a los conductistas, que concebían a los estudiantes como receptores pasivos de conocimiento.
Además, eran las épocas de la Guerra Fría. Bruner explica que tal guerra no sólo era ideológica y militar sino que era también “técnica”, ya que había vacíos de conocimientos y se culpaba a la escuela estadounidense de crearlos.
Ante la necesidad de educar para incrementar los avances tecnológicos, se realizó una reforma educativa en los Estados Unidos, a través de la cual las ciencias y las matemáticas fueron fuertemente impulsadas, y con ellas la utilización de la psicología cognitiva.
Los reformadores presuponían, como explica Bruner, que los alumnos vivían en una especie de “vacio educativo” sin que las enfermedades y los problemas de la cultura en general les afectaran.
Bruner se preocupó entonces por investigar ¿Cómo la cultura afecta la forma en que los niños desarrollan su aprendizaje escolar? Cuando a Bruner le proponen editar “Educación puerta de la cultura” (cuya tesis fundamental es que “La cultura forma la mente”) , el contexto era de preocupación sobre cuestiones como la producción y negociación de significados, sobre la construcción de un “yo “ y un sentido de la agencia, sobre la adquisición de habilidades simbólicas y especialmente sobre el “carácter culturalmente situado” de toda actividad mental.
Es entonces que el aprendizaje por descubrimiento surge como una alternativa a la manera tradicional como se venían impartiendo las clases, en una época en que algunas áreas del conocimiento como la física y la química estaban dando respuestas a los diferentes problemas sociales.
El fundador del Centro de Estudios Cognitivos de la Universidad de Harvard fue distinguido en el acto de apertura del Primer Congreso Internacional de Psicología en la Universidad Nacional de Rosario (Argentina).
El Rector Maiorana haciendo entrega del título de Doctor Honoris Causa a Jerome Brunner.
Estuvieron presentes en la apertura del Congreso junto al catedrático estadounidense el Rector Darío Maiorana, el Decano de la Facultad de Psicología Ovide Menin. Además, presenciaron el acto el Decano de la Facultad de Ciencias Médicas, Carlos Crisci; y representantes de diferentes instituciones educativas relacionadas con la salud, la pedagogía, las ciencias sociales y humanas, docentes y estudiantes.
Presidió el acto el Decano Menin, quien hizo una semblanza como padrino del culturalista Bruner en relación a sus aportes en el campo disciplinar específico a partir de sus primeras concepciones ligadas a la teoría hegeliana y a su expansión posterior. Además, Menin destacó que “desde la reforma argentina en el año ´18 venimos bregando por la calidad de la enseñanza universitaria y la investigación científica que realizamos desde políticas muy diversificadas, en las cuales está la suya, que vino desde hace tiempo y con intervalos, tan ligada a los vaivenes de la política educacional argentina a aportarnos esa dimensión nueva y enriquecedora para la psicología educacional”.
Por su parte, Maiorana dedicó unas palabras al asesinato ocurrido el 20 de octubre en la ciudad de Buenos Aires y dijo: “Ayer nuestro país fue nuevamente víctima de la violencia y la intolerancia, un estudiante de la Universidad de Buenos Aires fue asesinado en Avellaneda, y no es casual que estemos hoy aquí entregando el título de Doctor Honoris Causa, porque estamos respondiendo con conciencia, con la vida, con un hecho tan lamentable como lo ha vivido nuestro país tantas veces”. Y agregó: “Por eso valga este Congreso, valga nuestra presencia aquí y valga el honor que le estamos otorgando al Señor Brunner para intentar exorcizar tanta muerte y tanta violencia que existe en nuestro país. Ojalá que en el futuro tengamos que realizar solamente actos académicos y no tengamos que seguir repudiando la violencia”.
Seguidamente, Maiorana hizo referencia al título Doctor Honoris Causa que otorga la universidad: “Hoy estamos participando de uno de los rituales más importantes de las universidades de Occidente, del acto por el cual nuestra universidad le solicita a un investigador, a un científico, a un maestro, que acepte formar parte del cuerpo de profesores de nuestra Universidad”. En ese sentido, el Rector sostuvo que “solamente se otorga este honor a aquellas personas que han hecho un aporte de mérito en lo científico, en lo cultural, en la construcción de la paz y de la democracia”. Y agregó: “Por eso nosotros al honrar al Doctor Bruner, estamos honrando los paradigmas que él toda su vida a sostenido como científico y ciudadano y estamos proclamando a nuestros estudiantes que son esos paradigmas los que la Universidad toma porque los considera apropiados para que formen parte de la currícula y de la formación de nuestros estudiantes no sólo como buenos estudiantes, sino como buenos ciudadanos”.
“Estamos ante un sabio, que sabe reflexionar y que tiene la valentía de destruir los moldes que durante años han informado su pensamiento para abrirse hacia otras concepciones, para integrar, para lograr síntesis, para hacer justamente algo que reclamamos desde la Universidad: construir, crear conocimiento y ponerlo a disposición de la población”, sostuvo Mariorana al caracterizar al Profesor Bruner.
Al momento de hacer la entrega formal del título, el Rector parafraseó al filósofo Cicerón: “Hay un alto honor al otorgar este título al Doctor Bruner, porque hay más honor en él al recibirlo”.
El Profesor Bruner recibió el título, agradeció y dijo que se sentía muy feliz por formar parte de la Universidad Nacional de Rosario. Seguidamente se dio comienzo a su conferencia.